Una historia real de rescate que dio vida a una joya con propósito. Descubre por qué cada collar Luz Canina tiene alma.

En un mundo lleno de productos sin alma, Luz Canina nació de algo verdadero.
No fue solo una idea de diseño. Fue una conexión. Una historia. Un sentimiento que deja huella.

Todo comenzó con Nina, una perrita rescatada con una mirada tan dulce como su corazón. A pesar del abandono, confiaba. A pesar del dolor, amaba. Y fue justo ella quien nos inspiró a crear algo que pudiera transformar ese amor en acción.

👉 ¿Y si un collar pudiera representar el amor por nuestros perros... y además ayudar a otros que aún esperan una segunda oportunidad?

Así nació Luz Canina: una colección de joyas hechas con cariño, que celebran ese vínculo único entre humanos y perros.

Pero lo más importante es esto:
El 30% de cada compra se destina a apoyar refugios y asociaciones que salvan perros callejeros.

🐾 ¿Qué hace diferente a Luz Canina?

• No vendemos joyas. Compartimos historias.
• No seguimos modas. Apoyamos causas.
• No creamos accesorios. Honramos vínculos eternos.

Cada collar con forma de huella o placa es un tributo a una vida rescatada — y a ese compañero peludo que siempre vivirá en tu corazón.

Es una forma de llevar contigo su amor… mientras ayudas a otro perrito a encontrar un hogar.

¿Lista/o para llevar ese amor con orgullo… y cambiar una vida?

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Abandonada y temblando de miedo, Lupita encontró amor y seguridad — gracias a personas como tú. Conoce su historia y cómo un collar puede cambiar una vida.

Hay historias que te llegan directo al corazón.
La de Lupita es una de esas.

La encontramos dentro de una caja de cartón, al lado de un mercado. Estaba empapada, sucia y tan asustada que apenas podía levantar la cabeza. Era una chihuahuita muy pequeña, con unos ojotes llenos de miedo… pero también con una chispa de esperanza.

No ladraba. No se movía.
Solo nos miraba, como diciendo: “¿Esta vez sí se van a quedar?”

La levantamos con cuidado y la llevamos directo al veterinario.
Tenía pulgas, estaba desnutrida y tenía una patita lastimada. Pero lo más grave no se veía a simple vista: Lupita había perdido toda confianza.

Con cariño, comida y paciencia, poco a poco empezó a cambiar.
Primero comió. Luego dejó que la acariciáramos.
Y una mañana… movió la cola.
Hasta nos dio un mini lengüetazo.

Hoy, Lupita vive con una señora mayor en Puebla que la cuida como a una reina. Tiene su propia camita, un suéter rosa, y un platito con su nombre.

🐾 ¿Y qué tiene que ver esto con un collar?

Porque cada vez que eliges una joya de Luz Canina, estás ayudando a que historias como la de Lupita se hagan realidad.

Tu compra apoya alimento, cuidados médicos, refugio y adopciones reales.

Cada collar lleva algo más que estilo.
Lleva esperanza. Lleva una historia.

Gracias por ser parte de este cambio.

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